jueves, 13 de agosto de 2009

Dudas y más dudas...

En esta noche de lluvia de perseidas en la que muchos, ahora mismo, están pendientes en su ventana, en el campo o en la playa de avistar esa estrella fugaz a la que pedir su deseo a mi me han entrado las dudas. La indecisión ha vuelto a aparecer en mi camino, como de costumbre, con la intención de ponerme difícil las cosas. Es como si hubiese llegado al final de un único camino que se bifurca en tres direcciones y que me obliga a escoger una sin saber muy bien si esa es la correcta.

Llevo ya un tiempo parado en el centro de ese camino sin saber por dónde continuar. No me decido, cada día cambio mi preferencia y rectifico mi decisión, no veo clara ninguna de las opciones. Se trata de un problema de seguridad, de decisión, de riesgo, de incertidumbre que no acabo de resolver. Lo peor de todo es que el tiempo juega en mi contra, no me queda mucho para tomar la decisión, y siento que la presión es cada vez mayor. Siempre necesite sentirme seguro, tener controlado lo incontrolable, de encontrar la certeza en la incertidumbre pero está vez ocurre todo lo contrario y tengo dudas, muchas dudas.

Por una vez tengo dudas de si elegir lo seguro, lo correcto, lo que muchos elegirian si estuvieran en mi posición es lo mejor para mi presente y mi futuro. Está vez pienso en qué podría arriesgarme, en no apostar sobre seguro, en jugarmela, en hacer algo totalmente distinto a lo que todos piensan que voy a hacer. Pero, y si me equivoco, y si todos tienen razón y lo seguro es la mejor opción. Como se puede comprobar soy un auténtico mar de dudas que no sabe muy bien qué hacer, qué decidir, lo único que sé es que sólo yo puedo solucionar esas dudas, nadie puede hacerlo por mi, y que el tiempo pasa sin detenerse con total indiferencia a mi indecisión.

Quizás está vez me deje llevar por la inercia y la improvisación, quizás me equivoque y tome la dirección menos acertada, quizás está vez sorprenda con mi decisión o quizás la suerte me lleve a última hora a escoger la opción más correcta. No sé sabe como acabará esta historia, porque ni siquiera el que la escribe sabe como empezarla. Y es que las dudas no dejan de recorrer mi mente en una noche en la que los deseos y sueños por cumplir de mucha gente están puestos en las estrellas fugaces que recorren, a estas horas, el cielo de este ya 13 de agosto de 2009 que apenas acaba de comenzar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

dejate llevar, arriesga que solo hay una vida y hay que aprovecharla. si te equivocas rectificas y ya esta! y ademas que de todo se aprende y siempre se gana algo!!!!

Anónimo dijo...

exacto!! crea un despacho con tus amigos!!!!la vida es para vivirlaaaaaa

Un tipo que sólo hace comentarios dijo...

Arriesgarte a no arriesgarte... es un gran riesgo. Así que hagas lo que hagas, estás jodido. A diferencia de lo que dice el primer anónimo... En realidad, siempre hay algo que perder y un camino al que renunciar. La vida es una mierda y yo que tu, me tiraba en un sofá y reivindicaba mi derecho de estar hasta el culo de tener dudas.