viernes, 21 de agosto de 2009

El optimismo como solución...


No recuerdo un jueves de verano tan aburrido como el de hoy. He tenido uno de esos días en los que la inactividad se apodera sin remedio de tí y acaba por cambiarte el ánimo y el humor hasta bajarlo a - 20º. Sólo Usain Bolt y su récord del mundo en los 200 metros lisos en el Mundial de Atletismo de Berlín me han hecho levantarme del sillón durante 19 segundos y 19 centesimas que es lo que ha tardado el jamaicano en cruzar la meta. Pero eso no ha sido suficiente para amenizar mi tarde.

Y es que durante esta tarde de jueves he vuelto a ser presa de eso que tan poco me gusta y que se conoce con el nombre de soledad. La verdad, es que nunca acabaré por acostumbrarme a ella y eso a pesar de que ha sido mi compañera de viaje en más de una ocasión. Dicen que siempre es bueno estar sólo durante algún tiempo, porque eso te ayuda a reflexionar, a pensar sobre uno mismo, sobre el presente y el futuro, en definitiva, sobre la vida. Pero yo no acabo de apreciar esa faceta tan singular de la soledad, es más la odio, la desprecio cada vez que me doy de bruces con ella.

Lo más probable es que mi sentimiento de rechazo hacia la tan mal traida soledad tenga su origén en que es ella la que suele sacar a flote mis debilidades más profundas. Es ella la que me hace dudar, la que genera en mi desconfianza y pesimismo y la que me convierte en un tipo inseguro y vulnerable. Por eso, la respeto tanto y tengo miedo de que termine por acomodarse en mi casa y se resista, después, a salir de ella.

Hoy, he vuelto a sentir ese miedo por unos instantes, quizás fruto del aburrimiento o quizás como resultado de la confusión que me invade ultimamente, pero está vez la reacción ha sido diferente, está vez no me he conformado con su eterna compañia sino que he acompañado a la soledad hasta la puerta para despedirla prematuramente de mi casa. Y lo mejor de todo es que al otro lado de la puerta me esperaba una visitante más de mi agrado, con la que espero compartir mejores momentos. En principio parece ser que es una chica que se caracteriza por ser más alegre, sonriente, divertida y con una actitud bastante más positiva frente a la vida. Por cierto, se me olvidaba comentaros su nombre, sino recuerdo mal... se llamaba optimismo.



3 comentarios:

OPTIMISMO, DIGO VERAAAA dijo...

Q NOOOOOOOOOOOOOOO Q SE ME LLAMO VERAAAAAAAAAAAAA, joder es que odio que nunca te acuerdes de mi nombreeeeeeeeeeeeeeeee. y x cierto si te sientes solo es xq nunca kieres q vayamos a jugar al tenissssssssss

J. Carlos Mogollón dijo...

jejeje, que pronto te das por aludida. Y cómo voy a ir a jugar al tenis si siempre me llamaís cuando no puedo y os vais a jugar al quinto pinoo.

veriiisima dijo...

PUES ESCOGE TU A QUE SITIO LISSSSSSSSTO! q te parece mañ en la uni?? te hace sobre las 6???besitosssss