lunes, 13 de julio de 2009

¿Qué sería de nosotros sin las máquinas?


Pues... imaginemos que estamos en un hospital, más concretamente en el vestíbulo, esperando a que aparezca en una pantallita (igualita que la de la foto) nuestro número para acudir a la ventanilla correspondiente donde pedir nuestra cita y de pronto zassss!!! se va la luz de todas las pantallas, los ordenadores no funcionan y toda la electrónica se va al garetee. Y tú piensas no hay que preocuparse esto será cosa de 5 minutos porque un hospital debe tener algo que solucione este tipo de contratiempos.

Y vaya si lo tiene, el sistema es ese que se conoce como la mujer gritona mandona y consiste en lo siguiente: ante el follón de unas 100 personas reclamando y discutiendo unas con otras sobre quien iba primero, sobre quien se ha colado antes, aparece una señora con bata blanca que con un ¡¡¡Se quierenn callarr yaaa, cojoness!!!! ¡¡¡ Qué ya somos mayorcitos, no? hay que jodersee!!! pone derechos a todos y comienza a organizarlos uno por uno como si de una clase de primaria o un regimiento de artilleria se tratara. Esto que acabo de contar lo he vivido esta mañana en mis propias carnes y debo decir que me ha encantado ver a todo ese grupo de gente, incluido yo, calladitos, sin rechistar y en fila india esperando su turno.